De los levantamientos geomorfológicos resulta que la paleo-geografía del área estaba constituida por cursos de agua principales con dirección SO-NE que desde los pliegues apenínicos, con cauces rectilíneos, se introducían en el mar Adriático. Contemporáneamente sus afluentes, insertados en los sinclinales y a lo largo de las líneas de viejas fallas, tenían un curso hidrográfico perpendicular a los primeros.
La regresión de la línea de costa y la perduración de las tracciones orogénicas, que elevaban los Apeninos aumentaron la acción erosiva de los cursos de agua principales, los cuales ampliaron su cuenca de captación a través de capturas fluviales dejando en los cauces abandonados valles con restos paralelos. La actual estructura hidrográfica, que puede parecer complicada por una independencia aparente de los cursos de agua es, en cambio, reconducible a un esquema evolutivo caracterizado por capturas fluviales sucesivas. Es en este mecanismo particular que puede estar comprendidos el origen y la formación de la Garganta de Frasassi y de la Garganta de la Rosa. Por lo tanto, la apertura y la evolución de la Garganta de Frasassi han sido realizadas del corte progresivo del relieve calizo divisorio de aguas constituido por Monte Valmontagnana – Monte Frasassi, a lo largo de las vertientes del cual se deslizaban cursos de agua diametralmente opuestos que, integrados por las fracturas de la roca o por un particular y grandioso carso, han permitido la captura de las aguas de la cuenca de captación del interior apenínico, originando la actual estructura hidrográfica.